Responsabilidad civil del fabricante
La responsabilidad civil del fabricante es la responsabilidad legal de un fabricante, distribuidor o vendedor por lesiones que surjan del uso de productos defectuosos. La responsabilidad civil del fabricante abarca lesiones que surjan de incendios, explosiones, fallas mecánicas, intoxicación alimentaria, entre otras.
Los productos que se distribuyen al público deben ser seguros. Sin embargo, muchas veces, no lo son. Una cafetera puede tener una protección eléctrica insuficiente o un cableado deficiente y provocar un incendio. Un generador puede tener líneas de combustible defectuosas y provocar una explosión. La silla alta de un niño puede construirse sin una prueba adecuada y colapsar ante el peso de su hijo. Las plantas de procesamiento de alimentos pueden enviar accidentalmente grandes cantidades de alimentos contaminados, lo que provoca incidentes masivos de intoxicación alimentaria.
En cualquiera de estos casos, el fabricante, distribuidor o minorista puede ser responsable dependiendo de la situación. Es necesario contar con un abogado bien informado y especialistas en investigación para determinar quién es realmente el culpable.
Para comprender cómo uno o más de los fabricantes, distribuidores o minoristas pueden ser responsables de las lesiones, echemos un vistazo a cada uno de los ejemplos anteriores.
Incendios eléctricos
La cafetera que causa un incendio. En esta situación, la responsabilidad por el incendio que surja del uso de cables de baja calidad probablemente recaiga en el fabricante. Sin embargo, también es posible que el distribuidor o minorista supiera que se había informado un problema en varias de las unidades, pero siguiera vendiendo las cafeteras al público. En esos casos, todos los que supieran que existía un peligro de incendio potencialmente mortal, serían responsables conjuntamente por las lesiones que surgieran del uso de productos defectuosos.
Esta es la razón de los “retiros” de productos que se publicitan ampliamente en los medios de comunicación. Cuando se cree que un producto es peligroso, cada etapa del proceso de distribución tiene el deber de cuidar al usuario final para que se deje de vender el producto, se lo retire de las góndolas y se realice un retiro masivo de las unidades ya vendidas.
Accidentes de autoensamblaje
El generador explosivo. Algunos productos se envían a minoristas sin ensamblar. Si el distribuidor o minorista es responsable del ensamblaje adecuado del producto antes de que llegue al consumidor, pero no lo ensambla correctamente, quizás al conectar incorrectamente una línea de combustible que luego pierde combustible y provoca una explosión, el fabricante no sería responsable de las lesiones del consumidor, pero el minorista que ensambló el producto sí lo sería.
Productos para niños
La silla alta que colapsa. Los productos destinados a ser utilizados por bebés y niños deben probarse intensamente antes de ser enviados a las tiendas para su venta a aquellas personas que van a ser padres. Si ese proceso de prueba se acorta, se elude o se ignora, es posible que el producto no sea seguro. Un usuario final puede confiar en el producto y la seguridad de su pequeño y frágil niño en el producto. Además, muchos de estos productos están destinados a ser ensamblados por el consumidor. Si las instrucciones de ensamblaje son inadecuadas o confusas, el padre podría ensamblar el producto de manera incorrecta. En tal caso, el fabricante probablemente sea el responsable de las lesiones que sufra un niño.
Los niños son particularmente susceptibles a sufrir lesiones debido a su desconocimiento de los peligros que los rodean. En un incidente, no tienen la experiencia de agarrarse cuando comienzan a caer y pueden sufrir heridas graves o incluso la muerte.
Intoxicación por alimentos
Intoxicación por alimentos. El gobierno federal (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos) crea las regulaciones para el manejo y procesamiento de alimentos y monitorea a las compañías que distribuyen productos alimenticios. El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) realiza controles puntuales, pero a veces un procesador o distribuidor de alimentos no cumple con los estándares establecidos por nuestro gobierno. Los productos alimenticios en mal estado o contaminados pueden llegar al público, lo que causaría intoxicaciones masivas, hospitalización e incluso la muerte.
Se requiere que muchos productos alimenticios se mantengan refrigerados durante su vida útil. Si un distribuidor no realiza los controles ambientales adecuados del producto durante el envío, la comida podría echarse a perder. En ese caso, sería el distribuidor el responsable de las enfermedades.
Por otro lado, muchos productos alimenticios, como las frutas y verduras, están expuestos a diversas sustancias tóxicas (pesticidas, solventes de limpieza, etc.) a medida que se cultivan y almacenan para su distribución. En tal caso, la responsabilidad por enfermedades podría recaer en la granja donde se cultivaron los productos.
Responsabilidad del minorista
Por último, los minoristas son responsables de controlar la vida útil de los alimentos. Muchas tiendas de comestibles prolongan la vida útil de la carne, que es un producto que cuesta mucho dinero, al marinarla en salsa barbacoa u otros adobos. A menudo, la razón para “marinarla” es que la carne ha cambiado de color y ya no se ve sabrosa. Si bien la carne aún puede consumirse en ese momento, es mucho más difícil para el consumidor (y el minorista) identificar productos potencialmente contaminados. Si el producto no se retira del estante a tiempo, puede venderse y el cliente puede enfermarse terriblemente.
Recuerde ser cauteloso cuando compre productos que tengan una vida útil limitada, verifique las fechas en las etiquetas y si observa un producto en la góndola que ha vencido, notifique al gerente de la tienda inmediatamente. Su acción puede salvar vidas, incluso la suya, y es poco probable que el gerente de la tienda tome su notificación como algo que no sirva. Después de todo, ninguna tienda de alimentos quisiera tener la reputación de haber vendido carne contaminada a sus clientes.
¿Qué puede hacer?
Como puede ver, hay muchos tipos diferentes de responsabilidad del producto y muchas personas diferentes que pueden ser la causa del problema. En cada situación, la investigación es clave para establecer la responsabilidad y recibir una indemnización por sus lesiones o enfermedades. Elegir un bufete de abogados con los mejores especialistas en investigación es el primer paso para garantizar que reciba la mayor indemnización posible y ayudar a evitar que otras personas sufran lo mismo que usted.
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